Dolors Reig 28/04/2012 12:48 - Mostrar elemento original
En el año del envejecimiento activo, en el que estamos, es interesante resaltar estas recientes investigaciones que confirmar que cultivar un estilo de vida activo, intelectualmente hablando, parece afectar positivamente a ciertas áreas de nuestro cerebro.
Lo que veis en la imagen, es el área de Brodmann (lóbulo medio prefrontal), con 
mayor densidad neuronal y un grosor cortical mayor, en el lado izquierdo. El correspondiente a un estilo de vida de alta actividad cognitivo (HCL)
Estas investigaciones, nos hablan de que este HCL se asocia con la reducción del riesgo de demencias y menor riesgo de enfermedades cerebrovasculares.
El uso que damos a nuestro cerebro, provoca en el importantes cambios, comenta Michael J. Valenzuela, experto en envejecimiento cerebral en el Brain and Mind Research Institute de la Universidad de Sydney, Australia, director de este nuevo estudio.
Sin embargo, en el caso de la demencia tipo Alzheimer, encontraron que estos estilos de vida HCL, no eran significativamente influyentes en el desarrollo de la enfermedad.
Densidad neuronal y preservación del flujo sanguíneo que alimenta el cerebro parecen ser los principales beneficios de una vida cognitivamente activa, concluyen los autores de los estudios. El tema, en una sociedad que envejece globalmente (seremos más de 100 millones de ancianos más para 2050), cuando sabemos que cosas como la demencia aumentan de forma significativa con la edad, indica que debemos trabajar activamente en estrategias de prevención.
