miércoles, 26 de septiembre de 2012

CÓMO TRATAR A UN ENFERMO CON ALZHEIMER

     Con motivo del día mundial del Alzheimer, os dejo algunos consejos extraidos de varias fuentes a las que agradezco su trabajo y que os dejo para que, como a mí, os puedan ayudar si tenéis algún familiar con esta patología.

· Piensa en esta frase de E. Borke y aplícala: “No hay mayor error en la vida que no hacer nada porque sólo se puede hacer un poco”.alzheimer

· Ante todo es una persona: trátale con la misma corrección y respeto.

· Ponte cerca de ella cuando quieras hablarle. Pero nunca le grites, a pesar de que no te comprenda. (El Alzheimer no afecta a la audición). Los gritos le provocan nerviosismo y esto hará que se bloquee y pierda el control de todo.

· Dale tiempo para que explique lo que quiere decir, no hables por ella. Si hace un parón y no es capaz de seguir con lo que estaba diciendo repite lo último que ha dicho para que vuelva a coger el hilo.

· Usa frases cortas, sencillas y fáciles de comprender.

· Respeta sus valores, hábitos, rutinas y creencias.

· Intenta conservar siempre la calma. Si necesitas desahogarte, hazlo en tu habitación o con alguna persona que te comprenda.

· No olvides nunca que la palabra no es el único medio de comunicación. Utiliza gestos, expresiones, miradas, fotografías, dibujos…

· Deja que haga las actividades por sí solo siempre que sea posible. Pero no esperes, ni pidas; que las haga como antes, ni en tiempo ni en forma.

· Recuérdale su pasado, es un buen ejercicio de gimnasia cerebral, le agradará y no le costará demasiado esfuerzo.

· La persona debe mantener su independencia el mayor tiempo posible. Esto le permitirá mantener su autoestima y disminuirá la carga que deberá soportar el cuidador.

· Se debe tener siempre en cuenta que la persona con Alzheimer es todavía una persona con sentimientos, que puede sentirse herido por lo que de ella digan o con lo que ella hagan. El hecho de aceptar el deterioro ya es una prueba difícil de superar para él o ella. Debemos ser muy humanos y amables.

· Es más práctico evitar discutir la condición de la persona delante de ella. Cualquier tipo de conflicto causa estrés innecesario en la persona con la enfermedad y en el cuidador. Pero, con calma, debemos hacerle partícipe de las decisiones que debamos tomar sobre su situación, no son muebles, son personas.

· Es mejor reforzar los logros que llamarle la atención por algún fracaso, pero siempre hay que mantener la calma. El enojo empeora la situación.

· Es más eficaz y menos costoso emocionalmente para ambos tener en la mente que cualquier conflicto o problema que aparezca es debido a la enfermedad y no es culpa de la persona enferma.

· Simplificar las cosas es importante. Por ejemplo, no es conveniente crearle dilemas ofreciéndole demasiadas posibilidades para elegir. Podemos pre-decidir en función de sus necesidades y ofrecer sólo un par de elecciones.

· Intenta mantener la calma y el buen humor. El humor alivia el estrés. Siempre que sea posible, hay que intentar bromear con ella y reírse con él. La risa, han dicho muchos, es una terapéutica eficaz para muchas condiciones.

· El hecho de que vaya y venga constantemente siguiendo el mismo trayecto, puede ser molesto para el cuidador, pero no es peligroso para él. Déjele hacerlo y procure que tenga un espacio libre para ello. En otras ocasiones puedes distraerle haciéndole coger algo con la mano o iniciarle en una actividad: devanar un ovillo de lana, apilar revistas, limpiar el polvo, pasar botones de una caja a otra, etc. La actividad física es mucho más beneficiosa para su salud que la quietud.

· Preguntar siempre lo mismo y repetir siempre los mismos gestos supone para él una forma de afirmarse, de estar en la realidad. Ignorar estos comportamientos es una buena forma de controlarlos. Otra forma posible de controlarlos es cambiándole de tema: si él ha preguntado cinco veces sobre algo, hazle algún otro comentario sobre otra cosa. No te desesperes porque te ha preguntado diez veces lo mismo. Para él o ella, sólo lo ha hecho una, la última. Las anteriores no las recuerda.

· La persona enferma puede seguirle a todas partes porque usted representa la única seguridad en un mundo hostil para él. Si este comportamiento es irritante para tí, proporciónale una actividad sustitutoria, algo que le guste hacer aunque no tenga sentido ni fin práctico, como las comentadas anteriormente.

· Registrar, hurtar, esconder y atesorar son comportamientos comunes en estas personas. Las razones no están claras, pero un factor implícito puede ser la necesidad de seguridad. Tenga a mano una caja con objetos variados que utilice como “comodín” cuando el enfermo empieza a registrar armarios. Comprueba el contenido de las papeleras antes de sacar la basura. Piense en escondites “no tan obvios” donde la persona ha podido esconder cosas (bajo la colcha, en la funda de la almohada…). Para evitar que desaparezcan objetos irreemplazables (llaves del coche, dinero, papeles importantes, etc.). disponga de un lugar que sólo tú conozcas para guardarlos.

· En caso de comportamiento agresivo, ponte fuera de su alcance, pero de manera que la persona enferma pueda verle. Su agresividad cederá rápidamente y olvidará el motivo de su cólera. La clave que hay que recordar cuando nos enfrentamos a una situación de este tipo no es otra que MANTENER LA CALMA.

· La clave para tratar a cualquier enfermo de cualquier tipo y en cualquier circunstancia es “TRÁTALO COMO TE GUSTARÍA QUE TE TRATARAN A TI”.

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